Una lista de habilidades adquiridas

Nunca pensé que siendo madre iba a desarrollar tantas habilidades acrobáticas...de aquí al circo del sol, ya estoy preparando las pruebas de acceso...
Junto al cuidado de Vega, están Homer y Benito, ya hablé de ellos en este post...así que las acrobacias se multiplican, que de repente se cae el chupete, pues es facilísimo cogerlo, sobre todo cuando tienes en brazos a Vega porque no quiere estar en su hamaca, entonces, empiezas a bajar despacito como si estuvieras jugando al limbo, sí, ese juego que consiste en sujetar una cuerda por ambos lados a una altura y pasar por debajo sin tocarla, pues ese, pero aquí la cosa se complica cuando viene, a toda pastilla, la aspiradora municipal que vive con nosotros, Homer, giras la cadera con un movimiento brusco para ver si con tu culo se asusta, pero no, el sigue raudo y veloz a por lo que se ha caído...a él le da igual lo que haya en el suelo, todo se come, no hay nada que desaproveche, bueno sí, los ajos, pero eso es otra historia.
Pones una pierna para dificultar el acceso al chupete, pero entonces llega Benito, que ha visto salir disparado a Homer y se cree que están jugando al pilla pilla, se abalanza sobre él, con la otra pierna doy patadas al aire cual karateka para evitar que se pongan a jugar en medio y caiga algún puñetero pelo en el chupete, no sólo no consigo que se asusten sino que se piensan que queremos jugar con ellos, empiezo a tambalearme de un lado para otro, recordemos que chiquipiturra no tiene peso pluma que digamos, mientras que maldigo unas doscientas veces al puñetero chupete y al estúpido que lo creó. Porque, si hay algo que más asco me de, de todos los utensilios de bebés, es este. ¿Cómo puede coger tanta mierda?...si se cae dentro del carro, lo miro y hay pelusas de la ropa o de la funda, lo limpio, se cae en la cama, lo miro y hay pelos de chiquipiturra que todavía se le sigue cayendo, lo limpio, si se cae en el suelo, sin comentarios, lo limpio...
Cuando por fin consigo bajar hasta el suelo sin perder el equilibrio y coger el chupete, Vega se cree que estamos jugando los cuatro entonces coge del ojo a Homer, sí, del ojo, y ese perro que es más bueno que el pan, se tumba en mis pies para que continuemos acariciándole , Benito se empieza a restregar en mis piernas, para que le acariciemos a él también, chiquipiturra emocionada mueve piernas y brazos, un momento idílico estropeado casi siempre por una llamada Ringggg Ringggg, entonces aquí sacas otra de las nuevas habilidades adquiridas, la auditiva, te pones en pie con los casi diez kilos de Vega encima, corres hasta el teléfono, no te da tiempo a llegar...¡han colgado!....de repente, suena el móvil, que no tienes ni puñetera idea de donde está, afinas el oído, vas siguiendo la melodía, te mueves por toda la casa esperando que el ruido se acerque a ti, parece el juego de frío o calor, sí, ese donde se esconde un objeto y te van diciendo calor cuando te vas acercando a él, cuando estás aproximándote a él y crees haberlo encontrado, cuelgan...deja de sonar y tienes que seguir buscando por intuición.
Pero si hay una habilidad en la que despunto es en la visual. Estoy alucinada con la capacidad que tengo de encontrar, en medio de la oscuridad de la noche, el chupete de Vega en la cama y conseguir colocárselo en la boca en un tiempo récord para evitar que llore desconsoladamente y se despeje. Parece el juego de la gallinita ciega, sí, ese que cantas "Gallinita, gallinita ¿qué se te ha perdido en el pajar? Un aguja y un dedal. Pues da tres vueltas y lo encontrarás"
Llego a la cuna, enfoco, no se ve ni un pimiento, porque duerme con toda la persiana bajada, doy tres vueltas sobre mí y empiezo a palpar, lo encuentro, ahora imagino la cara de chiquipiturra, calculo y se lo incrusto. Agacha su cabecita y a seguir durmiendo.