miércoles, 27 de abril de 2011

Un futuro incierto

Sí, será deformación pooo-fesional o que echo de menos mi trabajo, pero cosa que veo en televisión, cosa que me recuerda o relaciono con la maternidad.
Soy una pesada, lo sé, pero hasta hace un año que me quedé embarazada, no imaginaba que algo pudiera estar por encima de mi vida profesional...quizás fue algo que me ha inculcado mi padre, él siempre me ha dicho que nunca tuvo posibilidades para estudiar, tuvo que dejar el colegio cuando era un niño para ponerse a trabajar, así que él no presume de ser un analfabeto (así se define) pero sí presume de que lo único que nos puede enseñar (a mis hermanos y a mí) es a ser trabajador en esta vida.
Mi ilusión siempre ha sido estudiar, para que mis padres se sintieran orgullosos de mí, en especial mi padre (para quitarle la espinita que siempre ha tenido). Lo conseguí, estudié lo que más me gustaba (por supuesto, gracias a ellos que me ayudaron...vaya dineral la puñetera universidad)...y cuando me licencié, me sentí en la obligación de trabajar mucho para que mis padres no vieran que sus ahorros habían desaparecido en balde.

Acepté todo tipo de trabajo, remunerado o no, quería darme a conocer en este mundillo que se mueve por contactos y no por los estudios que tengas (esto último no se lo digo a mis padres, claro, porque entonces me preguntarían ¿para qué has estudiado?, de hecho, yo me lo pregunto cada día.)
Así que centrada tanto en lo laboral, no había espacio para formar una familia y mira que mi chico tenía ganas. Pero sabía que cuando llegara el momento de  tomar la decisión de ser madre implicaría tomar la decisión de cambiar de profesión (y esto me asustaba muchísimo)...podéis pensar que soy muy radical, pero creo que la maternidad y la televisión son incompatibles, ¡ójala me equivoque!
Cuando llegó el día de las dos rayitas rosas, confirmado:¡¡estás embarazada!!, confieso que me cagué encima de miedo, pero, de repente, mi vida laboral me importó un pito, ¡Soy feliz!, pensé, lo demás ya se verá. Así ha sido, soy madre y sin trabajo (reconozco que añoro los momentos vividos y me muero de la envidia (sana) por mis compañeros, y me alegro por todos ellos que están trabajando y en estos momentos de crisis, es una suerte), pero SOY FELIZ, en mayúsculas, cuidando de mi niña y disfrutando cada día de ella.
El futuro ya vendrá...

12 comentarios:

  1. Parece que hayas descrito mi propia experiencia y seguro, la de muchas otras mamás. Cuando tienes un hjo todo cambia. La relatividad de las cosas

    ResponderEliminar
  2. nena, lo has descrito muy bien: eres FELIZ en mayúsculas, cuántas perosnas pueden decir eso?...has podido elegir y has elegido lo que te hace feliz, para mí eso es sabiduría...

    ResponderEliminar
  3. Me da la sensación de que tu y yo hemos estudiado lo mismo o algo muy parecido... Que lo mio también se mueve por contactos y lo de los trabajos no remunerados está a la orden del día.

    Si tu eres feliz, que importa el resto? Creo que la sociedad se empeña en señalar a la madre que no trabaja, y eso no es justo. Y tu carrera laboral seguro que seguirá allí cuando quieras retomarla, quien la sigue la consigue.

    A mi desde luego me das mucha envidia :-)

    ResponderEliminar
  4. Gracias chicas!!...que haría yo sin vuestros ánimos!!!

    Sandra, que razón tienes con la relatividad de las cosas, lo que quieres hoy, mañana no te interesa.

    Mamá de un bebote, sabios sois los que pensáis así, desgraciadamente hay todavía muche gente que no lo ve así.

    Drew, por tu foto de perfil, imagino que en algo se parecerá, jejeje!...además mi universidad está en Pozuelo, seguro que la conoces!!

    besosss pa´todas!!

    ResponderEliminar
  5. Hola!
    Muchas mamás nos sentimos idendificadas con lo que has escrito. De hecho mi último post está algo relacionado con el tema (tal ves puedas darte una vuelta por ahí).
    Un gusto leerte. Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Jeza... Claro que eres afortunada. Eres MADRE y lo estás disfrutando a tope. Todas hemos pasado por este dilema, pero recuerda que estos pequeñines necesitan de los amores, mimos y cuidados de sus mamis!. Tenemos la oportunidad de educar niños felices, porque están creciendo al lado de sus mamis... o sea que, el trabajo que ahora tienes es MUCHO MAS IMPORTANTE Y MEJOR REMUNERADO! Te lo aseguro!.

    Un abrazo.. anímate al miércoles mudo!.

    ResponderEliminar
  7. Me he sentido identificada con algunas cosas que has comentado. Yo he sido siempre muy independiente y mi trabajo me llena mucho. Cuando me quedé embarazada me preguntaban todos que cuándo cogería la baja. Yo contestaba que dependía de cómo me encontrara pero tenía claro que si todo iba bien aguantaría hasta el final (no aguanté, jeje). Y ahora me planteo lo de la excedencia. Creo que cuando una se convierte en madre el mundo exterior queda como paralizado, aunque no se aún como será la experiencia, pero me queda muy poquito para saberlo. UN saludillo.
    http://miprimerembarazoycrianza.blogspot.com

    ResponderEliminar
  8. Pues para ser sincera hay días en que no pienso más que en conseguir un empleo para comprar esto y aquello, pero mi hija es FELIZ conmigo y yo con ella así que el mismo día más tardecito me arrepiento y voy y me la como a besos!!!

    ResponderEliminar
  9. Cuando eres madre cambias las prioridades, a mi tambien me paso. Lo más importante en la vida es esa cosita que depende de ti, que nos cambia la vida.. que nos hacen sentir un amor infinito, maravilloso... dulce... como el chocolate jeje. Cuando eres madre piensas... ¿yo antes era capaz de sentir esto?? Es lo mas grande.
    El trabajo es secundario. A mi me encantaria poder dejar de trabajar y estar en casa con mi pitufo.. pero la economia no nos lo permite.. al menos puedo tener una reduccion de jornada y pasar la tarde con el.
    Besos¡¡
    http://lascosasdemipitufo.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  10. Hola guapísima, no conocía tu blog, me hago seguidora ahora mismo! A propósito del post, hoy mismo estuve comentando con amigas este tema, y sabes lo que creo yo? Que mi hija cuando sea mayor seguramente no se va a acordar de si le compraba ropa de marca, los juguetes más caros o la llevé de viaje al Caribe, sino del tiempo que compartimos, de los momentos que le dedico y me dedica todos los días y de que yo siempre estuve ahí con ella, y eso me llena más que mil trabajos. Ya sé que todo el mundo no se puede permitir el lujo de dejar el trabajo al tener hijos, pero también hay gente que podría hacerlo y no lo hace, yo tengo amigas que no lo necesitan económicamente y no lo han dejado, y sus hijos andan siempre por manos de los abuelos, la niñera... No saben lo que se pierden! Un besazo guapa
    Mª José
    www.lamamadepatricia.blogspot.com

    ResponderEliminar
  11. Hola guapi... te sigo desde hace días :)
    Sólo quería dejarte un saludo, y aunque por desgracia poco puedo aportar a tu blog en cuestión de consejos o vivencias... que al menos sepas que hay gente que usa tu espacio como un pequeño pre-aprendizaje ;-)

    ResponderEliminar
  12. Yo dejé mi trabajo de educadora para cuidar a mi hija, claro, estoy todo el día con niños y no voy a estar con mi niña?
    Por ahora lo dejaré por un año pero cada día que pasa me convenso más de tomarme otro año, ya veremos...
    Un abrazo para ti y Vega

    ResponderEliminar