He caído rendida a los pies del mundo bloggeril, me encanta leer, he devorado libros como si de hamburguesas se tratara, pero descubrir cada una de las entradas que publicáis en los blogs con vuestras peripecias, vuestros enfados, vuestras alegrías o las de vuestros hijos, vuestra forma de criar o educar, ha hecho engancharme absolutamente a internet.
Leo todo tipo de blogs referente a la maternidad, con algunos estoy de acuerdo, con otros no. Algunos me abren los ojos y otros me los cierran (no de aburrimiento), pero todos me aportan algo y de todos aprendo.
Lo segundo, podía haber ido peor, porque para ser la primera vez que usaba cuchara, no se nos dio mal del todo. A ver, encontré papilla en el suelo, la mesa, los pies de la enana, sus manos, mis piernas...pero comió, que de eso se trataba. Así que, doblemente orgullosa.
El caso, es que no me canso de leer sobre los beneficios de la lactancia materna, de la alimentación casera, del colecho, de la crianza con apego. He leído libros de Estivill y he visto conferencias y vídeos de Carlos González (ya me estoy metiendo en terreno fangoso).
Y a veces, me hace sentir mal. Al principio, cuando empecé a dar biberón a Vega e iba al médico o la gente me preguntaba por la calle, me daba vergüenza decir que ya no daba el pecho, porque la gente me miraba mal. "Y por qué, y por qué, y por qué" me retumbaba en la cabeza. Con el paso del tiempo también descubrí las cosas buenas del biberón (ya tengo el fango en el cuello, las lactivistas me vais a matar) pero sí, también tiene sus cosas buenas. No quiero hacer apología de la lactancia artificial, pero sí me gustaría hacer sentir mejor a aquellas madres o futuras madres que por cualquier cosa no puedan dar de mamar a sus pequeñ@s (ya bastante mal nos sentimos nosotras como para que la gente te ponga la pierna encima para que no levantes cabeza).
Con la alimentación casera pasa algo similar como con la lactancia, es evidente, que el puré de verduras hecho en casa no tiene nada que ver con los potitos, pero entiendo que en un momento de "limpiolacasacuidojuegoymediviertoconmihij@trabajofueradecasahagolacomprayllegoacasadestrozada" una madre pueda tirar de potito. A mí me encanta cocinar y se que no tendré ningún problema en hacer la comida casera a Vega, pero respeto y no pongo cara de extrañada cuando alguien saca un potito delante mía.
Como sabéis, a veces se me va la olla, en una de estas idas, me imagino al joven, que de pequeño ha sido criado con leche materna, ha practicado el colecho o se ha alimentado de comida casera, fumando un cigarrillo y tomándose una copa con sus amigos, o al joven, que de pequeño ha sido criado con leche artificial, durmió solito pronto, y se comió algún que otro potito, haciendo deporte y comiendo una buena dieta mediterránea....no todo es blanco, ni todo es negro, hay una escala de grises enorme, y depende de como se mire, cualquier color puede resultar bonito y agradable y sino porque se dice el refrán "para gustos los colores".
Yo me chupé el dedo hasta los 17 años, ya lo conté en una de las preguntas que había que contestar por recibir un premio. Y no tengo ningún trauma, me considero una persona feliz, optimista, siempre veo el vaso medio lleno, me encanta reírme y no pierdo ocasión para divertirme y disfrutar de la vida. Si alguien me ve traumatizada que ¡viva el dedo gordo de la mano!
Sobre la crianza con apego, he de reconocer que no he leído mucho. Y, aunque yo voy a intentar cuidar de Vega el mayor tiempo posible, creo que llegará un momento, que necesitará del contacto con otros niños para experimentar, por ejemplo, algo tan maravilloso como es la amistad.
Entiendo perfectamente a la mujer que decide abandonar su puesto de trabajo para dedicarse al cuidado exclusivo de su bebé, pero también entiendo a la mujer que durante 24 horas es únicamente madre, y que necesita, al menos, trabajar durante unas horas, para sentirse trabajadora o salir una tarde de compras para sentirse mujer o tener una cena romántica para revivir los buenos momentos de pareja.
Sobre la crianza con apego, he de reconocer que no he leído mucho. Y, aunque yo voy a intentar cuidar de Vega el mayor tiempo posible, creo que llegará un momento, que necesitará del contacto con otros niños para experimentar, por ejemplo, algo tan maravilloso como es la amistad.
Entiendo perfectamente a la mujer que decide abandonar su puesto de trabajo para dedicarse al cuidado exclusivo de su bebé, pero también entiendo a la mujer que durante 24 horas es únicamente madre, y que necesita, al menos, trabajar durante unas horas, para sentirse trabajadora o salir una tarde de compras para sentirse mujer o tener una cena romántica para revivir los buenos momentos de pareja.
No existe la madre perfecta, y buscar la perfección, a veces puede resultar frustrante. Yo intento ser natural en el cuidado y crianza de Vega, no me rijo por ninguna corriente, actúo en función de lo que crea conveniente o no en cada momento, es decir, lo que me pide el cuerpo. Ella es feliz. Siempre sonríe. La gente me dice que es muy simpática, con cualquier cosa te dedica una sonrisa que te caes de culo. El otro día alguien me dijo "que niña más feliz, nunca llora, siempre está sonriendo", entonces yo me sentí triplemente orgullosa.
Después de tanta reflexión materno-piradadeolla, llego a la conclusión de que no nacemos aprendidos, que nuestros hij@s nos enseñan día a día algo nuevo, que hay mil formas de ver la vida, que debemos respetar y empatizar, que nadie es mejor que nadie.....así que paso a dar la enhorabuena a:
todas las que dais el pecho, todas las que dais biberón, todas las que practicáis el colecho, todas las que vuestros bebés duerman solitos, todas las que deis potitos para comer, todas las que hagáis un buen plato de verduras, todas las que vacunéis a vuestros hijos, todas las que no queráis vacunarlos, todas las que seáis 24 horas madres, todas las que compaginéis la maternidad con trabajo, aficiones o lo que os de la real gana, todas las que porteáis a vuestros bebés, todas las que usáis carrito, todas las que lleváis a vuestros hij@s a la guarde (escuela infantil), todas las que se lo dejáis a los abuelos u otros familiares, a todas ¡¡enhorabuena!!
Después de tanta reflexión materno-piradadeolla, llego a la conclusión de que no nacemos aprendidos, que nuestros hij@s nos enseñan día a día algo nuevo, que hay mil formas de ver la vida, que debemos respetar y empatizar, que nadie es mejor que nadie.....así que paso a dar la enhorabuena a:
todas las que dais el pecho, todas las que dais biberón, todas las que practicáis el colecho, todas las que vuestros bebés duerman solitos, todas las que deis potitos para comer, todas las que hagáis un buen plato de verduras, todas las que vacunéis a vuestros hijos, todas las que no queráis vacunarlos, todas las que seáis 24 horas madres, todas las que compaginéis la maternidad con trabajo, aficiones o lo que os de la real gana, todas las que porteáis a vuestros bebés, todas las que usáis carrito, todas las que lleváis a vuestros hij@s a la guarde (escuela infantil), todas las que se lo dejáis a los abuelos u otros familiares, a todas ¡¡enhorabuena!!