Y, es que mi bebote es un primor, me tiene totalmente enamorada, con sus ojillos azules, su nariz respingona y su permanente sonrisa #modobabasON
Vega, es una niña muuuuuy cariñosa, y con Ethan se pasa, no controla la fuerza y le espachurra para besar o abrazar, así que hay que tener mil ojos. Le dice cañiño (cariño), mi amó (mi amor) y cuando llora me grita ¡¡mamá, quie comé tetita!!. Siempre intento satisfacer las necesidades tetiles del pequeño, pero el otro día, me encontraba limpiando el baño cuando se despertó y empezó a llorar porque tenía hambre, entonces escuché a Vega como le decía "ya, ya, no llore, eh, quies tetita, enga, toma" así que me asomé al salón, y ví como mi bebota mayor se pellizcaba el pezón e intentaba metérselo en la boca subiéndose encima de la hamaca (pa´haberse matao) pero me pareció una estampa de lo más bonita y conmovedora, que me guardo en mi memoria.
Mañana hace una semana que comenzamos la operación pañal con Vega y si me lo permitís, puedo decir que está superadísima, todo sea, que ahora empiece a torcerse, pero no ha habido escapes, lo pide sin problemas, y estoy tremendamente orgullosa de mi pequeña, a la par que agradecida, porque sus cagadas ya, no eran muy agradables de quitar ni limpiar.
A tanto positivismo y energía buena, algo que objetar, la lactancia me da un hambre terrible, como por seis, y aunque he perdido bastante, todavía me quedan kilos que eliminar de mi cuerpo serrano, pero eso será después del verano, ahora ¡¡¡a disfrutar!!!
Buen fin de semana!!