Estoy más feliz que unas castañuelas. Mes y medio después de que Ethan haya llegado a nuestras vidas para alegrarnos y llenarnos de felicidad, puedo decir, que con el segundo, tooooodo es mucho más fácil.
Y, es que mi bebote es un primor, me tiene totalmente enamorada, con sus ojillos azules, su nariz respingona y su permanente sonrisa #modobabasON
Mi postparto no ha podido ser mejor, la lactancia está establecida #modofelicidadabsoluta y la relación de hermanos no está mal (dejemoslo ahí :-D)
Vega, es una niña muuuuuy cariñosa, y con Ethan se pasa, no controla la fuerza y le espachurra para besar o abrazar, así que hay que tener mil ojos. Le dice cañiño (cariño), mi amó (mi amor) y cuando llora me grita ¡¡mamá, quie comé tetita!!. Siempre intento satisfacer las necesidades tetiles del pequeño, pero el otro día, me encontraba limpiando el baño cuando se despertó y empezó a llorar porque tenía hambre, entonces escuché a Vega como le decía "ya, ya, no llore, eh, quies tetita, enga, toma" así que me asomé al salón, y ví como mi bebota mayor se pellizcaba el pezón e intentaba metérselo en la boca subiéndose encima de la hamaca (pa´haberse matao) pero me pareció una estampa de lo más bonita y conmovedora, que me guardo en mi memoria.
Mañana hace una semana que comenzamos la operación pañal con Vega y si me lo permitís, puedo decir que está superadísima, todo sea, que ahora empiece a torcerse, pero no ha habido escapes, lo pide sin problemas, y estoy tremendamente orgullosa de mi pequeña, a la par que agradecida, porque sus cagadas ya, no eran muy agradables de quitar ni limpiar.
A tanto positivismo y energía buena, algo que objetar, la lactancia me da un hambre terrible, como por seis, y aunque he perdido bastante, todavía me quedan kilos que eliminar de mi cuerpo serrano, pero eso será después del verano, ahora ¡¡¡a disfrutar!!!
Buen fin de semana!!
Vega mi dulce de chocolate
sábado, 6 de julio de 2013
lunes, 10 de junio de 2013
Tu llegada, una auténtica delicia para mí
Y...¡por fin llegaste!... y yo que siempre había dicho que los bebés recién nacidos no sois bonitos, me pareciste precioso. Y lloré cuando te cogí con mis dos manos y saliste de mí, entonces sólo atiné a decirte ¡¡mi bebote!! una y otra vez.
Viví nuestro parto muy intensamente, saboreando cada minuto, cada segundo. Dolía, vaya que si dolía, pero sabía que pronto estarías con nosotros.
No tuve contracciones rítmicas, eran dolorosas desde el día anterior, pero esperaba una dinámica que nunca llegó. Salí a pasear para distraerme, y cuando ya no pude más, fuimos al hospital. Llegué dilatada de 5 y entonces pedí la epidural. Alivió mi dolor y me permitió escribir a mis amigas para decirles que estabas en camino. Mis maravillosas taradas siempre acompañándome, agradecida es poco.
En tres horas sentí la necesidad de empujar, la epidural había hecho el efecto justo para notar lo que estaba pasando en mi cuerpo sin morir de dolor.
Empujé varias veces y ví asomar tu pelo, la matrona me animaba a que lo hiciera con más fuerza porque te resistías a salir. Tu padre me acariciaba mientras me decía lo bien que lo estaba haciendo. Un poco más, que ya está aquí, oía de fondo mientras concentraba todas mis energías.
Llegaste a este mundo el día 19 de Mayo a las 3:15 de la madrugada, te costó salir porque pesaste 4,280 kg y mediste 53 cm.
Te tenía encima de mí, desnudos los dos, con ese olor tan característico y puro cuando te enganchaste por primera vez al pecho. Mi asignatura pendiente. Pero, esta vez confío en mí y confío sobre todo en tí, formamos un equipo, somos dos en uno, y se que lo conseguiremos. ¡¡a cabezona no me gana nadie!!
Ethan, has venido a completarme como persona, a multiplicar mi felicidad, a enamorarme, a corregir mis anteriores errores. Me has dado la oportunidad de volverme a sentir especial.
Viví nuestro parto muy intensamente, saboreando cada minuto, cada segundo. Dolía, vaya que si dolía, pero sabía que pronto estarías con nosotros.
No tuve contracciones rítmicas, eran dolorosas desde el día anterior, pero esperaba una dinámica que nunca llegó. Salí a pasear para distraerme, y cuando ya no pude más, fuimos al hospital. Llegué dilatada de 5 y entonces pedí la epidural. Alivió mi dolor y me permitió escribir a mis amigas para decirles que estabas en camino. Mis maravillosas taradas siempre acompañándome, agradecida es poco.
En tres horas sentí la necesidad de empujar, la epidural había hecho el efecto justo para notar lo que estaba pasando en mi cuerpo sin morir de dolor.
Empujé varias veces y ví asomar tu pelo, la matrona me animaba a que lo hiciera con más fuerza porque te resistías a salir. Tu padre me acariciaba mientras me decía lo bien que lo estaba haciendo. Un poco más, que ya está aquí, oía de fondo mientras concentraba todas mis energías.
Llegaste a este mundo el día 19 de Mayo a las 3:15 de la madrugada, te costó salir porque pesaste 4,280 kg y mediste 53 cm.
Te tenía encima de mí, desnudos los dos, con ese olor tan característico y puro cuando te enganchaste por primera vez al pecho. Mi asignatura pendiente. Pero, esta vez confío en mí y confío sobre todo en tí, formamos un equipo, somos dos en uno, y se que lo conseguiremos. ¡¡a cabezona no me gana nadie!!
Ethan, has venido a completarme como persona, a multiplicar mi felicidad, a enamorarme, a corregir mis anteriores errores. Me has dado la oportunidad de volverme a sentir especial.
lunes, 29 de abril de 2013
Ultimando detalles sin ver resultados
¡¡Mother mine del amor hermoso!! Estas últimas semanas están siendo de lo más estresantes, veo que no llego a todo ni a nada, que estoy perdida, que no paro de hacer cosas y cuando hago recuento de lo que me falta por hacer flipo en colores, porque en realidad pienso, pero ¿¿qué coño he hecho?? A estás alturas no pongo ni asteriscos para omitir las palabrotas, lo siento, pero los niveles de tensión tienen que salir por algún lado y soltando tacos yo me relajo!
En 15 días salgo de cuentas, que por cierto, menuda expresión, porque ¿qué cuentas? A mí cuando las futuras parturientas me dicen "por el médico salgo tal día pero por mi cuenta salgo éste otro", pienso que no tengo ni puñetera idea de echar cuentas, y que lo que me dice la señora de la bata blanca con muñeca de fieltro en la solapa va a misa, para eso tiene una bonita ruletita que colocando el primer día de tu última regla te lo calcula solo.
Pues eso, que me desvío, que mi chico se cogió 15 días de vacaciones en Abril para preparar la llegada del bebote y no hemos parado. A mí me ha entrado un síndrome del nido cabrón cabrón, porque yo, que siempre he sido una escéptica y no he creído ni en antojos, ni en síndromes, ni en ná de ná, pues ¡zas! hostia en la boca, porque no es un síndrome del nido cualquiera, nooooo, es uno con el que me he agobiado y mucho, todo está sucio, todo está descolocado, todo hay que vaciarlo, todo hay que tenerlo listo ya, todo, todo, todo, todo...
Y, por fin, a un día de que el padre de las criaturas vuelva a su trabajo, hemos conseguido tener lo más importante listo, bueno, a ser sincera, me falta una cosa, la maleta para el hospital...lo sé, soy un desastre pero es lo que hay. Mañana tengo que ir a comprar unas sujetadores de lactancia que quiero meter, y con eso y un bizcocho podremos esperar sin estrés a que venga cuando quiera venir.
Que sea pronto, jesusito de mi vida y de mi corazón, que tengo muchos dolores en ingles-caderas, los pies como botas, me fatigo hasta planchando, me despierto cada dos por tres, no me puedo poner las botas sin ayuda, contracciones incómodas, acidez...así de golpe, todo al final del embarazo...
En 15 días salgo de cuentas, que por cierto, menuda expresión, porque ¿qué cuentas? A mí cuando las futuras parturientas me dicen "por el médico salgo tal día pero por mi cuenta salgo éste otro", pienso que no tengo ni puñetera idea de echar cuentas, y que lo que me dice la señora de la bata blanca con muñeca de fieltro en la solapa va a misa, para eso tiene una bonita ruletita que colocando el primer día de tu última regla te lo calcula solo.
Pues eso, que me desvío, que mi chico se cogió 15 días de vacaciones en Abril para preparar la llegada del bebote y no hemos parado. A mí me ha entrado un síndrome del nido cabrón cabrón, porque yo, que siempre he sido una escéptica y no he creído ni en antojos, ni en síndromes, ni en ná de ná, pues ¡zas! hostia en la boca, porque no es un síndrome del nido cualquiera, nooooo, es uno con el que me he agobiado y mucho, todo está sucio, todo está descolocado, todo hay que vaciarlo, todo hay que tenerlo listo ya, todo, todo, todo, todo...
Y, por fin, a un día de que el padre de las criaturas vuelva a su trabajo, hemos conseguido tener lo más importante listo, bueno, a ser sincera, me falta una cosa, la maleta para el hospital...lo sé, soy un desastre pero es lo que hay. Mañana tengo que ir a comprar unas sujetadores de lactancia que quiero meter, y con eso y un bizcocho podremos esperar sin estrés a que venga cuando quiera venir.
Que sea pronto, jesusito de mi vida y de mi corazón, que tengo muchos dolores en ingles-caderas, los pies como botas, me fatigo hasta planchando, me despierto cada dos por tres, no me puedo poner las botas sin ayuda, contracciones incómodas, acidez...así de golpe, todo al final del embarazo...
viernes, 5 de abril de 2013
Besos mágicos
¿Y yo pensando que era la única que tenía ese súper poder aquí en casa?
Ayer jugando con Vega en su habitación, tirada en el suelo cual vaca en su establo, y con unas pintas dignas de ver, pantalón de chándal arremangao, calcetines a media pierna y zapatillas de estar por casa, se me ocurrió pensar en alto "vaya patorras hinchadas que tengo". Entonces vino Vega montada en su minimoto y me preguntó ¿Qué pasha, mami? ¿Duele piennas? y la digo Sí, cariño. Ven, a beso. Se agacha, me coge una pierna, me besa y suelta: no pasha nara, mami, vale? No pasha nara. Otra, y se va a la otra y repite operación. Me coge la cabeza y se la pone en el pecho y con su manita empieza a darme pequeños golpecitos mientras sigue diciendo No pasha nara...
Las piernas seguían hinchadas pero sentí un amor tan profundo...
Ayer jugando con Vega en su habitación, tirada en el suelo cual vaca en su establo, y con unas pintas dignas de ver, pantalón de chándal arremangao, calcetines a media pierna y zapatillas de estar por casa, se me ocurrió pensar en alto "vaya patorras hinchadas que tengo". Entonces vino Vega montada en su minimoto y me preguntó ¿Qué pasha, mami? ¿Duele piennas? y la digo Sí, cariño. Ven, a beso. Se agacha, me coge una pierna, me besa y suelta: no pasha nara, mami, vale? No pasha nara. Otra, y se va a la otra y repite operación. Me coge la cabeza y se la pone en el pecho y con su manita empieza a darme pequeños golpecitos mientras sigue diciendo No pasha nara...
Las piernas seguían hinchadas pero sentí un amor tan profundo...
lunes, 25 de marzo de 2013
¡¡Vente pa´cá, que te hacemos un hueco!!
En mi cama somos 4 + 1 barriga, cuando venga Izan seremos 5....y no somos 6 porque el perro duerme en el patio. Colechamos (término aprendido en la blogosfera porque no tenía ni idea de que existía) por necesidad, vamos que como no conocía ni el palabro no es que yo decidiera "voy a colechar". Si no que las cosas se van sucediendo y una va actuando de manera improvisada. Para mí el colecho es el "vente pa´cá, que te hacemos un hueco" de toda la vida.
Yo no recuerdo meterme en la cama de mis padres, pero sí, cuando tenía miedo iba a las habitaciones de mis hermanos. Cada noche con uno, para no saturarlos. Sólo tengo dos, no vayáis a creer.
Vega ha sido siempre muy dormilona, se acostaba pronto y se despertaba tarde...vale, no aguantaba hasta las 12 de la mañana, pero hasta las 10 sí...y yo, pa´qué os voy a engañar, era feliz, descansaba y me regocijaba "olé mi niña"...¡¡mec!! error. A dos meses de cumplir los 2 años empezó a dormir como el culo, se despertaba cada dos por tres, no quería irse a la cama, lloraba...Solución ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!! o lo que es lo mismo, ¡¡vamos a colechar!!
Yo creía haber visto todo en desquicie mental, pero no, el hecho de que no quiera dormir un día, y después otro, y después otro, y otro, y después de un mes, te das cuenta de que no es una racha, y después de dos meses, piensas que estás a punto de volverte chalada, y en un momento de locura transitoria decides cambiar las sábanas a las tantas de la madrugada, por si tienen pinchos, arrugas, migas, no la gustan, está incómoda, lo que sea, y ella te suelta "no, quie omir, mami" "allí" y te señala el pasillo, que muy cómodo no parece, entonces intuyes que el allí va más allá del pasillo, y que lo que quiere es ir a tu habitación. Pues ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!! o lo que es lo mismo, ¡¡vamos a colechar!!
Si no os salen las cuentas, no es que me haya quedado tarada después de los sueños interruptus, es que en mi cama somos 4+1 barriga, porque el Señor Don Gato Marrama miau, también se acopla al ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!! o lo que es lo mismo, ¡¡vamos a colechar!!
Yo no recuerdo meterme en la cama de mis padres, pero sí, cuando tenía miedo iba a las habitaciones de mis hermanos. Cada noche con uno, para no saturarlos. Sólo tengo dos, no vayáis a creer.
Vega ha sido siempre muy dormilona, se acostaba pronto y se despertaba tarde...vale, no aguantaba hasta las 12 de la mañana, pero hasta las 10 sí...y yo, pa´qué os voy a engañar, era feliz, descansaba y me regocijaba "olé mi niña"...¡¡mec!! error. A dos meses de cumplir los 2 años empezó a dormir como el culo, se despertaba cada dos por tres, no quería irse a la cama, lloraba...Solución ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!! o lo que es lo mismo, ¡¡vamos a colechar!!
Yo creía haber visto todo en desquicie mental, pero no, el hecho de que no quiera dormir un día, y después otro, y después otro, y otro, y después de un mes, te das cuenta de que no es una racha, y después de dos meses, piensas que estás a punto de volverte chalada, y en un momento de locura transitoria decides cambiar las sábanas a las tantas de la madrugada, por si tienen pinchos, arrugas, migas, no la gustan, está incómoda, lo que sea, y ella te suelta "no, quie omir, mami" "allí" y te señala el pasillo, que muy cómodo no parece, entonces intuyes que el allí va más allá del pasillo, y que lo que quiere es ir a tu habitación. Pues ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!! o lo que es lo mismo, ¡¡vamos a colechar!!
Si no os salen las cuentas, no es que me haya quedado tarada después de los sueños interruptus, es que en mi cama somos 4+1 barriga, porque el Señor Don Gato Marrama miau, también se acopla al ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!! o lo que es lo mismo, ¡¡vamos a colechar!!
Para dar más datos, el lado de mi cama está completamente en desequilibrio con el de mi chico que duerme a pierna suelta, aunque de vez en cuando se lleve alguna patada de Vega. Así quedan los 150 cm de cama repartidos:
80 cm: para él
70 cm: para Vega, Señor Don Gato Marrama miau, barriga y yo.
Yo: ¡¡¡Schissss, te quieres echar pa´llá, que estás invadiendo nuestro espacio!!!!
Dormido cual lirón: ¡¡pero si estoy en el borde!!
En esos momentos me imagino una cámara en el techo que pudiera retratar cómo estamos y darle con la fotografía en toda la puñetera cara. Esto sí que es de perturbada total después de los sueños interruptus, de las noches sin descanso, y de dormir en el filo de la cama, noche sí, noche también.
¡¡Viva el colecho!! o lo que es lo mismo ¡¡vente pa´cá, que te hacemos un hueco!!
jueves, 21 de marzo de 2013
Que bien que lo pasemos (con acento cañí)
Después de un finde con taradas, como ya habréis leído a nuestras queridas Porfin y Mama de Parrulín y Xoubiña, que eran las que os podían hacer una buena crónica del asunto, porque ni MdB ni yo, confíabamos en nuestras posibilidades de hacerlo (eso sí, la capacidad de síntesis de mi amiga, haciendo un post con 2 fotos y su letrero correspondiente que reza "aquí la crónica de la parrulina" "aquí la crónica de Porfin" me ha dejado sin palabras y no sé qué decir).
De este fin de semana yo me quedo:
- Con la sensibilidad de Ale hablando a los más pequeños
- Con Edu y Parrulín jugando a la consola
- Con MdB pintando como una puerta, con lunar incluído a Vega, y ella encantada de la vida
- Con la paciencia infinita de Gonza el último día
- Con la sonrisa permanente de Xoubiña
- Con la energía de Mariete
- Con el buen rollo de los tarados
- Con las copas de la tarde-noche
- Con la "caimada" que se marcó la parrulina
- Con las patatas asadas
- Con las compras en el Dia
Pero sobre todo, con las risas entre amigas, con la ilusión de estar juntas, con nuestros raticos en la cocina, con las miradas de complicidad.
¡¡¡¡Que se repita, que se repita, que se repita!!!!!
Ehhhh.....que ya hemos pasado el sexto mes, así que, a partir de ahora si me preguntáis de cuánto estoy os diré, de 7 meses aproximadamente!
jueves, 7 de marzo de 2013
El invento que ha marcado un antes y un después en mi existencia
Jamás un invento tuvo tantas utilidades, y además tan diferentes para la cual fue creada. Lo mismo vale pa´un roto que pa´un descosío, bueno en el sentido literal no, pero que vale pa´tó sí.
Hoy he venido a hablar de mi libro, digo... ¡¡¡de las toallitas limpiaculos de bebés!!!
Chiss, ¿cómo os quedáis?
Que no, que no ha venido ninguna marca para decirme "Oh, nos encanta tu blog, ¿quieres hablar de nuestras toallitas limpiaculos que son las mejores y más eficaces del mercado?" Hablo de las toallitas limpiaculos porque me parecen un fenómeno paranormal, casi milagroso.
Y sino, juzgad vosotr@s mism@s:
Uso común:
- Tu hija de 2 años que come cual elefante africano, y que a pesar de tu insistencia y de repetir mil veces "bebé, tienes que masticar muy bien y luego tragar", no te hace ni puto caso, y engulle aceitunas sin hueso, garbanzos, judías verdes, macarrones crudos, lo que pille, y cuando cambias el pañal, no deja lugar a la imaginación, sabes perfectamente lo que le han dado de comer en la guardería y por un momento tu mente entra en divagaciones sobre la operación pañal y por un momento piensas ¡¡esto no hay toallita que lo quite!! Pues te equivocas, están hechas a prueba de bomba, y nunca mejor dicho, porque eliminan hasta el último resto. Y entonces, vuelves a confiar plenamente en todas sus propiedades.
Uso sobrenatural:
¿Qué haces..
- ... cuándo tu hija de 2 años se mancha la sudadera con el zumo, batido, yogur, chocolate, lo que quiera dios que esté comiendo en ese preciso momento? Schiss...no hay problema hija, sacas una toallita, frotas hasta el infinito y más allá, y la mancha sale, por mis cojones, que sale.*
- ... cuándo tu hija de 2 años, está jugando en el parque, te has dejado los kleenex en casa y tiene las manos sucias y mocos para parar un tren? Schiss...no hay problema hija, sacas una toallita, con la mano abierta limpias de una, toda su cara, la doblas un poquito y se la pasas por las manitas. Arreglao.
- ... cuándo tu hija de 2 años decide dar de comer yogur a Minnie? En realidad es culpa tuya que te has tirado toda la cena fingiendo que Minnie come, para que ella coma, pero ella fingir no sabe, y le da cucharada de yogur, que evidentemente la señorita Mouse declina y por consiguiente, cae el montón acumulado en la cucharita al suelo. Schisss...no hay problema hija, sacas una toallita y dejas el suelo de la cocina niquelao. Eres consciente que las fregonas son para superficies más amplias.
- ... cuándo tu hija de 2 años, a la que llevas una hora acicalando para que esté guapa, sale a jugar a las piedras y sus botas negras de charol pasan a ser botas de encofrador, muy bien atrezadas con polvo y residuos? Schisss...no hay problema hija, sacas una toallita, la pasas por toda la bota, y voilá, como si fueran nuevas.
Pero lo que más me gusta de las toallitas limpiaculos es que no entienden de edades ni especies:
- Tu señor esposo, que come igual que un niño chico, y al que más de una vez le has visto con la servilleta en el cuello (esto es real, no ciencia ficción) y aún así no se libra del lamparón bien en sudadera, camiseta o pantalón. ¿Qué haces? Schisss...no hay problema, sacas una toallita y frotas como si no hubiera mañana para acabar con cualquier pizquita de suciedad.
- Tu perro, el que no te hace ni puto caso cuando le llamas, y que tiene dos tareas divertidas en su vida, una es jugar con los perros más babosos de la comunidad, si esos que le dejan el lomo como una pista idónea para carrera de caracoles, y la otra es rebozarse en mierda o cosas que huelen muy mal. ¿Qué haces? Schisss...no hay problema, sacas una toallita y limpias a tu mascota de arriba abajo y se queda con el olor característico de culitodebebé.
- Tu thermomix, que tiene dos pestañitas donde encaja la tapa, que están llenas de restos culinarios, que no hay dios que acceda a ellas, por más que lo intentes. Envuelves un cuchillo con la bayeta, coges un cepillo de dientes de uso exclusivo, pillas el limpiabiberones destinado a las tetinas...nada da resultado. Has perdido toda esperanza cuando de repente te ves con una toallita en la mano, te sientes poderosa, los ojos se van directamente a las pestañitas sucias de los cojones, y sueltas una carcajada de esas típica de malvada de peli, y sabes perfectamente que has encontrado la solución y que con un vaivén de la toallita quedan las pestañas limpias como un jaspe.
*Esta solución también es extensible a cuando tu hija de 2 años que está tomando zumo, batido, yogur, chocolate...te lo tira a tí encima.
Hoy he venido a hablar de mi libro, digo... ¡¡¡de las toallitas limpiaculos de bebés!!!
Chiss, ¿cómo os quedáis?
Que no, que no ha venido ninguna marca para decirme "Oh, nos encanta tu blog, ¿quieres hablar de nuestras toallitas limpiaculos que son las mejores y más eficaces del mercado?" Hablo de las toallitas limpiaculos porque me parecen un fenómeno paranormal, casi milagroso.
Y sino, juzgad vosotr@s mism@s:
Uso común:
- Tu hija de 2 años que come cual elefante africano, y que a pesar de tu insistencia y de repetir mil veces "bebé, tienes que masticar muy bien y luego tragar", no te hace ni puto caso, y engulle aceitunas sin hueso, garbanzos, judías verdes, macarrones crudos, lo que pille, y cuando cambias el pañal, no deja lugar a la imaginación, sabes perfectamente lo que le han dado de comer en la guardería y por un momento tu mente entra en divagaciones sobre la operación pañal y por un momento piensas ¡¡esto no hay toallita que lo quite!! Pues te equivocas, están hechas a prueba de bomba, y nunca mejor dicho, porque eliminan hasta el último resto. Y entonces, vuelves a confiar plenamente en todas sus propiedades.
Uso sobrenatural:
¿Qué haces..
- ... cuándo tu hija de 2 años se mancha la sudadera con el zumo, batido, yogur, chocolate, lo que quiera dios que esté comiendo en ese preciso momento? Schiss...no hay problema hija, sacas una toallita, frotas hasta el infinito y más allá, y la mancha sale, por mis cojones, que sale.*
- ... cuándo tu hija de 2 años, está jugando en el parque, te has dejado los kleenex en casa y tiene las manos sucias y mocos para parar un tren? Schiss...no hay problema hija, sacas una toallita, con la mano abierta limpias de una, toda su cara, la doblas un poquito y se la pasas por las manitas. Arreglao.
- ... cuándo tu hija de 2 años decide dar de comer yogur a Minnie? En realidad es culpa tuya que te has tirado toda la cena fingiendo que Minnie come, para que ella coma, pero ella fingir no sabe, y le da cucharada de yogur, que evidentemente la señorita Mouse declina y por consiguiente, cae el montón acumulado en la cucharita al suelo. Schisss...no hay problema hija, sacas una toallita y dejas el suelo de la cocina niquelao. Eres consciente que las fregonas son para superficies más amplias.
- ... cuándo tu hija de 2 años, a la que llevas una hora acicalando para que esté guapa, sale a jugar a las piedras y sus botas negras de charol pasan a ser botas de encofrador, muy bien atrezadas con polvo y residuos? Schisss...no hay problema hija, sacas una toallita, la pasas por toda la bota, y voilá, como si fueran nuevas.
Pero lo que más me gusta de las toallitas limpiaculos es que no entienden de edades ni especies:
- Tu señor esposo, que come igual que un niño chico, y al que más de una vez le has visto con la servilleta en el cuello (esto es real, no ciencia ficción) y aún así no se libra del lamparón bien en sudadera, camiseta o pantalón. ¿Qué haces? Schisss...no hay problema, sacas una toallita y frotas como si no hubiera mañana para acabar con cualquier pizquita de suciedad.
- Tu perro, el que no te hace ni puto caso cuando le llamas, y que tiene dos tareas divertidas en su vida, una es jugar con los perros más babosos de la comunidad, si esos que le dejan el lomo como una pista idónea para carrera de caracoles, y la otra es rebozarse en mierda o cosas que huelen muy mal. ¿Qué haces? Schisss...no hay problema, sacas una toallita y limpias a tu mascota de arriba abajo y se queda con el olor característico de culitodebebé.
- Tu thermomix, que tiene dos pestañitas donde encaja la tapa, que están llenas de restos culinarios, que no hay dios que acceda a ellas, por más que lo intentes. Envuelves un cuchillo con la bayeta, coges un cepillo de dientes de uso exclusivo, pillas el limpiabiberones destinado a las tetinas...nada da resultado. Has perdido toda esperanza cuando de repente te ves con una toallita en la mano, te sientes poderosa, los ojos se van directamente a las pestañitas sucias de los cojones, y sueltas una carcajada de esas típica de malvada de peli, y sabes perfectamente que has encontrado la solución y que con un vaivén de la toallita quedan las pestañas limpias como un jaspe.
*Esta solución también es extensible a cuando tu hija de 2 años que está tomando zumo, batido, yogur, chocolate...te lo tira a tí encima.
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